SI ALGO SÉ, ES QUE SOY COPY. ¡PALABRA!
- roserproscopywriter
- 6 nov 2020
- 5 Min. de lectura
LAS CARACTERÍSTICAS DEL COPY

Escribo. Por norma. Por gusto. Por vicio. Por desahogo. Porque me da la gana y el cuerpo me lo pide. Escribo sin pedir permiso y sin tener que justificarme con nadie, excepto conmigo misma. Es lo que tiene. Escribir me hace libre y libre me siento para escribir lo que me venga en gana.
A lo largo de mi vida he escrito casi de todo. Cuando era pequeña escribía cuentos al estilo clásico, aquellos del inicio encantador: “había una vez”... y he vuelto a los cuentos cuando he tenido hijos que sin hartarse de los cuentos clásicos, han pedido historias nuevas con personajes distintos. Un día lluvioso, cuando mis pequeños eran más pequeños, nos construimos una fábrica de cuentos. En qué consiste eso de la fábrica, me preguntaréis. Pues bien, se trata de hacer unos recortes cuadrados con folios de colores y categorizar cada uno de ellos: el rojo los personajes principales (un príncipe, una princesa, un labriego, un astronauta, una rana, una jirafa, un relojero, un pastelero...), el verde los lugares en los que sucede la acción del cuento (un castillo, en el cielo, en un garaje, en un taller, en un camino, en una ciudad, en la selva, en el espacio...), el amarillo los personajes secundarios (un mago malvado, una mujer, dos hermanos, una estrella), el azul para la acción (encuentra un tesoro, asalta un banco, construye paraguas...) y así hasta el infinito y más allá. El juego consiste en mezclar los recortes de colores y coger por turnos uno de cada color y con lo que salga, escribir un cuento. Es muy, muy divertido y un ejercicio mental extraordinariamente creativo. Si no me creéis, podéis probarlo y ya me contaréis.
Bueno, vuelvo al sitio porque yo sola me voy.
Os decía que escribo por el placer de hacerlo desde que de niña supe coger el bolígrafo y con una letra insegura y llena de garabatos, tracé sin destreza pero con buena voluntad, un primer cuento. A ese le siguieron unos cuantos más que se iban alternando con las redacciones del cole, los certámenes literarios infantiles y juveniles (ahí me hice con algún premio mono), los trabajos del insti, los de la universidad y, intercalados entre todos estos trabajos, guiones de radio, de televisión y en el año 1994, la propuesta de un primer pequeño libro con una editorial de verdad, con su ISBN, sus ilustraciones, su presentación, sus firmas y todo, todo, todo. Recuerdo que cobré por escribir ese libro 60.000 pesetas, lo que vendrían siendo unos 400 euros que en aquel momento, oye, pues no estaba mal.
A lo largo de los años he escrito blogs y “en blogs”, es decir, artículos por encargo con finalidades de promoción de productos y servicios. Esa actividad tiene un nombre: redactor digital, y lo que yo hacía e incluso cobraba por hacerlo, copywriting. Y yo sin saberlo.

Bueno, a ese primer libro “El Baix Penedès” se titulaba y formaba parte de una colección dedicada a las comarcas de Catalunya, le siguieron otros, algunos por encargo y otros por iniciativa propia. Y en ese sentido, reconozco que el ensayo me pone y mucho. Parece ser que entrevistar, transcribir, seleccionar, poner por orden las ideas y los conceptos y llegar al objetivo del libro, se me da bastante bien. Ahora bien, ¿este tipo de trabajo es “mi” trabajo natural? Diría que en parte sí, pero en una gran parte, no. Escribir un libro y que la editorial lo ponga en el mercado es como parir un hijo con dolores terribles y una vez ha nacido, ponerlo en la calle y esperar que crezca solo, sin ver más que los rendimientos que pueda dar cuando la editorial los comunica.

Sinceramente, prefiero escribir de otra manera, especialmente sintiendo que lo que escribo tiene una utilidad, un propósito concreto que a alguien le puede ser de ayuda.
Entonces, hace solo un par de meses, apareció en mi vida un concepto nuevo aunque no desconocido: copywriting. Se lo escuché a Javi Pastor de Big Bang Conversion y entusiasmada asistí a sus clases virtuales y a su programa de formación. Me encanta. Por primera vez en mi vida, después de arrastrarme por trabajos morroñosos de despachito en despachito, creo que estoy encaminada correctamente. Me ha costado mis años, pero siento que ahora sí estoy donde debo y encauzando una carrera como copy que me tiene entusiasmada.

¿Por qué estoy tan segura de estar en el sitio indicado y comenzando a cumplir ni propósito? Pues porque los copys deben cumplir con varios requisitos. A saber:
Son personas tremendamente curiosas. Nos gusta llegar hasta el final de los asuntos que nos inquietan y despiertan nuestro interés, requisito indispensable para llevar a buen puerto una de las labores más importantes de los copys: la investigación.
Son personas a las que no asusta el trabajo duro. Uno de los libros que tengo publicados lo escribí durante noches y noches entre las 12 y las 2 de la madrugada, a veces incluso más tarde, pero es que por la mañana, a las 8, estaba fichando y atendiendo a “mi trabajo”. Por lo tanto, en ese aspecto OK.
L@s copys tienen una gran habilidad para comunicar. Espero que mis 15 años de radio, de televisión y prensa, me sirvan para algo. Vamos, digo yo...
L@s copys tienen pensamiento lateral, es decir ante un problema, un copy abre la mente, sale del círculo de sus propios pensamientos y busca por los laterales, otras ideas diferentes para poder comunicar lo que quiere y llegar al objetivo que pretende.
L@s copys tiene pensamiento visual, es decir, la capacidad de crear imágenes en la mente del lector que recibe sus textos.
También es imprescindible una gran dosis de humor y ironía, saber cambiar de registro y gracia para escribir porque, como dice mi profe Javi, “la venta es pura emoción”.
Finalmente, l@s copys tienen una gran ambición porque vivir de escribir no es fácil, claro está, y abrirse camino siempre es muy duro, pero la voluntad, la tozudez, las ansias de querer más, nos definen.
En fin, si me analizo fríamente y sin hacer ni la más mínima trampa, debo reconocer que cumplo con todos los requisitos. Con todos. Quienes me conocen pueden corroborarlo.
Ahora viene la segunda cuestión, crucial en todos los sentidos: la formación, el aprendizaje del manejo de las herramientas necesarias del copywriting, y sobre todo, el saber ganarme la confianza de los posibles y futuros clientes.
¿Mi objetivo? Convertir mis textos las palabras que use en ellos, en dinero. Escribir textos que vendan, que generen conversión para mis clientes. La escritura persuasiva consiste exactamente en esto, en escribir para generar ventas: páginas web, lanzamientos, mails, comunicaciones de todo tipo, páginas de ventas... las posibilidades son infinitas, igual como mis deseos de empezar cuanto antes.
Si quieres contactar conmigo para una primera reunión, sabrás enseguida como hacerlo porque el blog está lleno de posibilidades de pasar a la acción. Me encantaría que la emprendiéramos junt@s.
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